Este fin de semana le tocó al Polis: Fight for the Hegemony, juego diseñado por Fran Díaz y publicado por Asylum Game y que últimamente ha dado mucho que hablar, entre otras cosas porque ha sido el vencedor del Tercer Concurso Interblog.
Y es que cuando el río suena es porque agua lleva y el Polis es sin duda alguna un gran juego, o al menos es lo que me ha parecido a mi tras esta primera partida. Si quieren saber más sobre el juego sólo tienen que pasarse por el blog del amigo Lethan, Lex Friki Malacitana, el cual le ha dedicado unas cuantas entradas en profundidad.
Y es que cuando el río suena es porque agua lleva y el Polis es sin duda alguna un gran juego, o al menos es lo que me ha parecido a mi tras esta primera partida. Si quieren saber más sobre el juego sólo tienen que pasarse por el blog del amigo Lethan, Lex Friki Malacitana, el cual le ha dedicado unas cuantas entradas en profundidad.
Detrás de una reglas sencillas (sí, lo son), se encuentra un juego de una gran profundidad que sin duda hace que se necesiten varias partidas para dominarlo. En un principio te puede abrumar y no porque tengas doce acciones entre las que elegir, sino porque todas y cada una de ellas están estrechamente ligadas entre si: si no creas hoplitas, no puedes conquistar territorios ni recaudar en los ya conquistados y por tanto no puedes generar los recursos necesarios para iniciar un proyecto, ni generar los puntos de prestigio tan necesario para realizar las acciones militares... todo lo que hagas tiene su repercusión por lo que tienes que hilar muy fino.
Los puntos de prestigio son vitales, puesto que las acciones clave del juego llevan aparejados un gasto de los mismos. De esta manera el movimiento de hoplitas y galeras, los asedios y la recaudación de recursos en las regiones tienen su coste en puntos de prestigio. Si a esto añades que si tras las fases de final de ronda te quedas sin puntos pierdes la partidas, apaga y vamonos. Ayer sufrimos una barbaridad como consecuencia de esto y hubo momentos de pánico, sobre todo al final de la tercera ronda cuando Manolo se vio con sólo punto para la siguiente. Como si esto no resultara suficiente, hay que tener en cuenta que al final de cada ronda tienes que alimentar a la población de tus polis y por tanto o consigues trigo de dónde sea, o conviertes población en galeras y hoplitas para alimentar a menos gente o despídete de tus polis. El trigo que se puede conseguir de la recaudación de una región es mínimo, salvo en Messenia y Sikelia, donde puedes conseguir hasta seis unidades, por lo que el comercio se hace fundamental sobre todo en las últimas etapas de juego. Aquí es donde cobran vital importacia las galeras y su función de bloqueo.
El sistema de recaudación me ha gustado mucho, sobre todo el hecho de que dependa directamente del número de hoplitas que tengas en la región y de cómo los distribuyas en la tabla de recursos de la misma. Al principio de la partida la recaudación es un poco pobre en cuanto a la limitación al número de hoplitas por territorio, por lo que debes plantearte un desarrollo paulatino y sin muchas prisas, como bien dice el manual.
El comercio y la tabla de mercado que establece la ratio recurso- trigo\plata que consigues, así como el sistema de revalorización\devaluación en función de si usas recursos o plata para adquirir el trigo también está muy logrado y añade dificultad a conseguir el ansiado trigo..
En cuanto a las batallas, únicamente se dan cuando hay ocho o más hoplitas en un territorio, iniciándose un "minijuego" de cartas. En la partida que jugamos tan solo hubo batalla en la última ronda y a nosotros sólo nos sirvio para arañar algún que otro punto. No sé si en otras partidas o escenarios tendrán más relevancia. En cuanto al juego de cartas, pues está bien, desde luego te da más oportunidades que el lanzamiento de un dado. Además robas cartas en función al número de tus hoplitas que participen por lo que a más cartas más posibilidades de ganar.
Con respecto a los eventos... pues qué quieres que te diga. Es un elemento totalmente aleatorio que puede cambiar el curso de la partida. En la segunda ronda de juego nos salió la carta de Traición, por la una polis de cada jugador con un punto de población cambia de bando. Además tú eres el que escoges la polis entre todas las dispobibles del otro jugador que cumplan con los requisitos, así que ya se podrán imaginar. En este caso el que salió perdiendo fue Manolo a quien quité Korinthos, polis estratégica con salida a dos mares, con el plus de que capturé a su próxeno.
Por otro lado, en la tercera ronda salió la carta Tras los Muros Largos, por la cual el jugador Spartano recibe tres puntos de prestigio y el atheniense tres población en Athenai, sufriendo además la penalización de no poder recaudar en la región de Attika. Esto supuso un soplo de aire fresco a Manolo que sólo tenía un punto de prestigio para esa ronda y a mi realmente me perjudicó en cuanto a que no tenía hierro, plata o madera para aprovechar esos puntos de población de más y encima me privó de recaudar plata y vino necesarios para el comercio.
De todas maneras es muy pronto para sacar una conclusión al respecto y menos con sólo una partida. Además son 40 cartas de eventos y sólo salen cuatro en cada partida asi que habrá que jugar más para realmente valorar si son o no decisivos en el desenlace de la misma.
Ya por útlimo comentar lo que menos me gustó del juego, los asedios y es que el resultado de estos depende enteramente del azar, de la tirada de un dado de cuatro caras. Da igual que asedies una polis con un valor 2 de fortificación con cuatro o cinco hoplitas, como hagas una tirada de mierda no conquistas y encima pierdes uno... no sé, es algo que me deja frio. Además, si recibes un ataque por parte de otro jugador tus hoplitas en la región no valen para nada... Bueno puedes bloquear ataques teniendo más hoplitas pero aun así lo suyo hubiera sido que se diera una batalla entre los dos ejercitos y del resultado de la misma se viera si la ciudad ha sido conquistada o no. Supongo que lo harían así para acortar tiempo de juego y simplificarlo un poco, pero ha sido sin duda lo que menos me ha convencido del juego.
Con respecto a la putuación final, el hecho de que sea una combinación de prestigio, población y puntos otorgados por los proyectos es lo que hace que este juego sea el eurogame más duro que jugado en mucho tiempo. Gestionar bien tus recursos de manera que dispongas de puntos de prestigio suficientes como para realizar acciones y trigo para alimentar a tu población y aumentarla es harto complicado, os lo aseguro. A los que les guste la sensación de agobio que uno pasa para alimentar a los trabajadores en el Le Havre o a la familia en el Agrícolas, les encantará.
En conclusión, a pesar del toque aleatorio y azarozo de los eventos y el dado y siguiendo la premisa que esto es así para los dos jugadores, me pareció un juego equilibrado, tenso, duro, emocionante..... sólo les voy a decir que anoche me desvelé pensando en lo que hice bien y mal y en cómo iba a plantearme la siguiente partida, vamos que me encantó. Tengo muchas ganas de echar otra a ver que tal se da tras esta primera experiencia. Ya les contaré .
Un saludo a tod@s.
El sistema de recaudación me ha gustado mucho, sobre todo el hecho de que dependa directamente del número de hoplitas que tengas en la región y de cómo los distribuyas en la tabla de recursos de la misma. Al principio de la partida la recaudación es un poco pobre en cuanto a la limitación al número de hoplitas por territorio, por lo que debes plantearte un desarrollo paulatino y sin muchas prisas, como bien dice el manual.
El comercio y la tabla de mercado que establece la ratio recurso- trigo\plata que consigues, así como el sistema de revalorización\devaluación en función de si usas recursos o plata para adquirir el trigo también está muy logrado y añade dificultad a conseguir el ansiado trigo..
En cuanto a las batallas, únicamente se dan cuando hay ocho o más hoplitas en un territorio, iniciándose un "minijuego" de cartas. En la partida que jugamos tan solo hubo batalla en la última ronda y a nosotros sólo nos sirvio para arañar algún que otro punto. No sé si en otras partidas o escenarios tendrán más relevancia. En cuanto al juego de cartas, pues está bien, desde luego te da más oportunidades que el lanzamiento de un dado. Además robas cartas en función al número de tus hoplitas que participen por lo que a más cartas más posibilidades de ganar.
Con respecto a los eventos... pues qué quieres que te diga. Es un elemento totalmente aleatorio que puede cambiar el curso de la partida. En la segunda ronda de juego nos salió la carta de Traición, por la una polis de cada jugador con un punto de población cambia de bando. Además tú eres el que escoges la polis entre todas las dispobibles del otro jugador que cumplan con los requisitos, así que ya se podrán imaginar. En este caso el que salió perdiendo fue Manolo a quien quité Korinthos, polis estratégica con salida a dos mares, con el plus de que capturé a su próxeno.
Por otro lado, en la tercera ronda salió la carta Tras los Muros Largos, por la cual el jugador Spartano recibe tres puntos de prestigio y el atheniense tres población en Athenai, sufriendo además la penalización de no poder recaudar en la región de Attika. Esto supuso un soplo de aire fresco a Manolo que sólo tenía un punto de prestigio para esa ronda y a mi realmente me perjudicó en cuanto a que no tenía hierro, plata o madera para aprovechar esos puntos de población de más y encima me privó de recaudar plata y vino necesarios para el comercio.
De todas maneras es muy pronto para sacar una conclusión al respecto y menos con sólo una partida. Además son 40 cartas de eventos y sólo salen cuatro en cada partida asi que habrá que jugar más para realmente valorar si son o no decisivos en el desenlace de la misma.
Ya por útlimo comentar lo que menos me gustó del juego, los asedios y es que el resultado de estos depende enteramente del azar, de la tirada de un dado de cuatro caras. Da igual que asedies una polis con un valor 2 de fortificación con cuatro o cinco hoplitas, como hagas una tirada de mierda no conquistas y encima pierdes uno... no sé, es algo que me deja frio. Además, si recibes un ataque por parte de otro jugador tus hoplitas en la región no valen para nada... Bueno puedes bloquear ataques teniendo más hoplitas pero aun así lo suyo hubiera sido que se diera una batalla entre los dos ejercitos y del resultado de la misma se viera si la ciudad ha sido conquistada o no. Supongo que lo harían así para acortar tiempo de juego y simplificarlo un poco, pero ha sido sin duda lo que menos me ha convencido del juego.
Con respecto a la putuación final, el hecho de que sea una combinación de prestigio, población y puntos otorgados por los proyectos es lo que hace que este juego sea el eurogame más duro que jugado en mucho tiempo. Gestionar bien tus recursos de manera que dispongas de puntos de prestigio suficientes como para realizar acciones y trigo para alimentar a tu población y aumentarla es harto complicado, os lo aseguro. A los que les guste la sensación de agobio que uno pasa para alimentar a los trabajadores en el Le Havre o a la familia en el Agrícolas, les encantará.
En conclusión, a pesar del toque aleatorio y azarozo de los eventos y el dado y siguiendo la premisa que esto es así para los dos jugadores, me pareció un juego equilibrado, tenso, duro, emocionante..... sólo les voy a decir que anoche me desvelé pensando en lo que hice bien y mal y en cómo iba a plantearme la siguiente partida, vamos que me encantó. Tengo muchas ganas de echar otra a ver que tal se da tras esta primera experiencia. Ya les contaré .
Un saludo a tod@s.
Me ha gustado mucho tu repaso por cada una de las partes del juego resaltando lo que más te gusto y lo que menos, me ha dado más visión del juego.
ResponderEliminarEstoy cada vez más tentado, esa dureza que describe es lo que me gusta de los euros y este lo consigue y con crece.
El tema de los eventos habrá que verlo como algo puntual donde los jugadores tendrán que adaptarse a una nueva situación rápidamente ya sea para bien o para mal.
Un saludo Isra!
La verdad es que los eventos aunque introducen un componente aleatorio, no desvirtúan el juego, es más, diría que le dan un más tema si cabe, puesto que si no me equivoco están basados en hechos historicos. Pruebalo, yo creo que te va a gustar. Gracias por pasarte. Un saludo.
EliminarBuen repaso le has metido a Polis. Yo aun no puedo dar una opinión, lo he jugado poco. Veremos que ocurre finalmente porque hay varias cosas que no me gustan. Por ejemplo lo que comentas sobre la resolución del asedio. Parece una mecánica rápida y poco meditada.
ResponderEliminarSaludos!!!
Esto deseando leer una reseña tuya sobre el juego, así que a jugarlo más. Gracias por pasarte Jack
EliminarAuuu, como Lethan cuando le leí, me metes ganas de jugarlo. Y mira que tengo muchas trabas para catar este juego. Principalmente que los juegos para 2, cuando pasan de la media horita, no suelen atraerme.
ResponderEliminarY además no me cabe duda de que el juego sea bueno.
Enfin, a ver si alguna vez hago acopio y le meto manos a este tipo de juegos: Polis, Twilight Struggle, etc.
Saludos, gran entrada ;)
A mi me pasaba lo mismo que a ti, que los juegos de dos jugadores apenas veían mesa en mi casa, pero las circunstancias han cambiado y como cada vez tengo menos ocasiones para quedar con grupos grandes parece que los estoy aprovechando más. Gracias por comentar Neiba, un abrazo crack
EliminarMe cago en la leche, había escrito un comentariaco y no ha salido con la mierda de los captcha ;(
ResponderEliminarDecía básicamente que en los asedios, yo sólo voy a por neutrales de 1 o 2. Ciudades de 3 o 4 sólo si las tiene el contrario, que aún fallando le haces perder un cubito de población (y si es el último, pierde la Polis... y perder así Corinto es una gracia ;D)
Sobre los eventos, sí, son aleatorios xD Eso sí, nunca han resultado decisivos, aunque es verdad que siempre he jugado con novatos. En una partida apretada, quizás pudiera tener una repercusión importante.
Genial análisis Isra!
Ya, eso sería lo suyo, pero en ocasiones te ves tan jodido de puntos de prestigio que tienes que arriesgar e ir a por las polis de 3 o 4, porque si no te vas a quedar sin poder realizar acciones... no sé, no digo que esté mal, sino que es lo menos que me gustó. El juego en general me parece un juegazo. Y en cuanto a los eventos, como ya comenté tengo que jugar más partidas para ver la importancia real que tienen para el desenlace de la partida. Gracias Lethan y un abrazo!!!
EliminarCon un par de partidillas vas aprendiendo a no quedarte tan pelado de prestigio y puedes dejar de jugártela con esos asedios locos.
EliminarDe todos modos, esto es lo de siempre, puede que simplemente no te guste jeje. Cuestión de gustos :)
Un abrazo!
Hey, Isra, gran entrada, has resumido perfectamente todo lo que vi en el juego, me parece un juego profundo pero sencillo de jugar, muy recomendable....solo quiero redundar en dos cosas:
ResponderEliminar1. Lo de los asedios es igual para los dos jugadores, pero la suerte en esas tiradas puede decantar una partida, lo que lo hace decisivo.
2. Lo de los eventos me pareció super heavy...dos de los 4 que salieron cambiaron el rumbo de la partida...cada uno se benefició de uno de los dos, pero pudo ser que los dos beneficiaran a uno y eso hubiera decidido la partida seguro.
Manolo
Manolo, hay que echar la revancha, ya sabes que me quede con un regustillo medio raro. Así que ya sabes, TE RETOOOO!
EliminarEl juego tiene una pintaza tremenda pero lo único que me sigue echando para atrás es que lo veo un poco largo para dos personas, me pasa igual que con el TS.
ResponderEliminarEspero catarlo un día que ya toca.
Un saludo!
Es verdad que es un poco largo pero en serio Picosckt, ni te enteras, cuando te das cuenta ya han pasado dos horas...merece la pena. Gracias por pasarte y un saludo
EliminarHola Israel! Soy Rubén...
ResponderEliminarAcabo de comprarme el juego (entre otras cosas por comentarios como el tuyo, así que ya sabes: a los de Asylum pídeles tu parte... aunque sea de prestigio XD). El caso es que, así a bote pronto (ya sabes, mientras te lees las reglas ya estoy jugándolo en mi cabeza), se me plantea una duda: si en una batalla el defensor juega Mercenaires iguala la carta del atacante... ¿Pero qué ocurre si es el atacante el que no tiene más remedio que jugar esa carta?
Este finde le meteré caña con mi chica: a base de Axis&Allies y Twiligth Struggles la he ido metiendo en vereda y ahora se aburre con partidas inferiores a dos horas...
Un saludo de un admirador de tus fantásticas reseñas.