La historia fue como sigue:
El Lunes por la tarde, Manolo viene a casa a ver a la niña aprovechando que tenía que hacer unas gestiones por Telde. Entra en casa, pasa al salón y le presento a Jimena
-Mira Jimena, el tito Manolo!!-Yo
-geh, uah, gu gu!! (encantando de conocerte tito)- Jimena
-Muy guapa- silencio-....-silencio (Manolo siempre ha sido parco en palabras)
-Pues ya está, ya la conoces. Ahora vamos a echarle una partida al Reef Encounter que llevo tres días lleyéndome las instrucciones y consultando dudas y tengo ganas de estrenarlo.- Yo
-Enga...-Manolo
Lo sé, lo sé, no es lo que el protocolo exige en estos casos, pero es que tengo que aprovechar las pocas ocasiones que se presentan para jugar. Además, Manolo es un legionario y se apunta a un bombardeo, así que aprovecho cada vez que le pillo en un renuncio para probar juegos densos que de otra manera no verían mesa ni de broma.
Lo primero que quiero decir con respecto al Reef es que un juego duro. Es duro en cuanto al reglamento y no es que no se entienda, la traducción de Juan Carlos Corral es muy buena, sino que la mayoría de las acciones que puedes llevar a cabo en el juego están interrelacionadas entre sí y la forma de puntuar, lo que hace que sea dificil de explicar sin hacerte la "picha" un lio. Así que no vale con leerse el reglamento y a la mesa...no señor, si haces esto con el Reef te va a salir una pifia de partida que no volverás a sacar el juego en la vida. De todas maneras una sola lectura del reglamento hace que te des cuenta de que necesita trabajo fino, así que les recomiendo consultar los foros de la BGG o acudir a jugones con experiencia, como hice yo. (Gracias Deinos y Kabutor)
Lo segundo es que aunque parezca un abtracto al más puro estilo Tigris&Euphrates (de tiles de colores va la cosa), es temático a más no poder... o no. Bueno, a mi me lo pareció. En el juego tenemos que hacer desarrollar nuestros corales para posteriormente alimentar con ellos a nuestro pez loro. Pero ojo, no todos los corales tienen el mismo valor y es que existe una jerarquía entre ellos que viene determinada por una serie de tiles que muestran las relaciones de dominación entre los diferentes pólipos.
Los tiles en cuestión son los mostrados en la parte superior de tablero de la foto (tablero de aguas abiertas) y las relaciones de poder vienen dadas por los pólipos que muestran, de manera que el tile de la esquina superior izquierda del tablero en cuestión, nos indica que el coral negro es más fuerte que el amarillo. Estas relaciones de poder no son, en un principio, permanentes sino que los jugadores podrán modificarlas e incluso perpetuarlas en función de sus intereses a lo largo de la partida.
Del tablero de aguas abiertas es de donde además vamos a ir adquiriendo los pólipos que vamos a usar para crear nuestros corales y las larvas (con forma de cubo) que nos van a permitir colocarlos. Por eso el juego me parece de los más temático: tengo que tener la larva para colocar los pólipos que me interesan.
Y una vez asentados en la roca comienza la guerra y es que los corales se pueden atacar entre si, siempre y cuando sean de diferente tipo y las relaciones de jeraquía lo permitan. Ahora bien, no va a ser llegar y besar el santo. Para evitar posibles ataques por parte de otros corales podemos usar a nuestros camarones, que protegerán la loseta en la que se encuentra y las inmediatamente adyacentes, siempre de manera ortogonal. Cuando un ataque tiene éxito, los pólipos vencidos, por decirlo de alguna manera, se colocan delante del biombo del jugador atacante, siendo de suma importancia ya que con estas losetas vamos a poder adquirir algas para cambiar la jerquía entre corales, conseguir larvas o incluso añadirlos a los permitidos cuando hagamos crecer o comencemos nuevos corales.
Cuando hemos desarrollado los suficiente un coral, un mínimo de cinco pólipos, podemos darselo de comer a nuestro pez loro, junto con el camarón que lo protege (es obligatorio). De las fichas que consumamos, cuatro vuelven siempre a la reserva y el resto se introduce en el cubo que representa a nuestro pez. Y son estas fichas las que al final de la partida nos van a dar la puntuación, atendiendo principalmente a como quedaron las jerarquías entre los pólipos: a más relaciones domine, más puntos gana.
Y esto es tan sólo un resumen del juego, puesto que tiene mil detalles más a tener en cuenta. Es un juego profundamente estratégico y sobre todo, para mi, táctico. En ocasiones te interesará atacar a tus propios corales o hacer crecer los corales del rival para así poder atacarlos con posterioridad y conseguir losetas para cambiar por algas y modificar las relaciones de poder. Es un juego adaptativo en cuanto a que todo está en continuo cambio y has de optimizar todas jugadas. Habrá turnos en los que no realizarás ninguna acción salvo coger pólipos y larvas y otros en los que utilizarás todos los puntos de acción disponibles. En definitiva, el Reef Encounter es un pedazo de juego no apto para todo el mundo. Todavía tengo que probarlo a más jugadores, pero a dos funciona a la perfección y crea muchisima tensión. Nosotros jugamos dos partidas, la primera para ver como iba la cosa, que ganó Manolo por 10 puntos de diferencia y la segunda ya para interiorizar mecánicas, siendo esta última la partida más tensa, con númerosos ataques entre ambos y en la que al final gané por un solo punto y de milagro
En cuanto a las mecánicas: colocación y recolección de losetas; sistema de puntos de acción al estilo Tikal; gestión de mano...vamos una pasada de juego. Tiene un punto de azar, en cuanto a que los pólipos que se reponen en cada turno se sacan al azar de una bolsa, pero no interfiere demasiado en el juego y afecta a todos los jugadores por igual. Si te gustan los densos, este te va a encantar. Si quieres conocer más de él pasate por la reseña de Gugui en la BSK.
Y eso fue todo, mañana les contaré mis aventuras por el Congo.
Un saludo a tod@s.
Del tablero de aguas abiertas es de donde además vamos a ir adquiriendo los pólipos que vamos a usar para crear nuestros corales y las larvas (con forma de cubo) que nos van a permitir colocarlos. Por eso el juego me parece de los más temático: tengo que tener la larva para colocar los pólipos que me interesan.
Y una vez asentados en la roca comienza la guerra y es que los corales se pueden atacar entre si, siempre y cuando sean de diferente tipo y las relaciones de jeraquía lo permitan. Ahora bien, no va a ser llegar y besar el santo. Para evitar posibles ataques por parte de otros corales podemos usar a nuestros camarones, que protegerán la loseta en la que se encuentra y las inmediatamente adyacentes, siempre de manera ortogonal. Cuando un ataque tiene éxito, los pólipos vencidos, por decirlo de alguna manera, se colocan delante del biombo del jugador atacante, siendo de suma importancia ya que con estas losetas vamos a poder adquirir algas para cambiar la jerquía entre corales, conseguir larvas o incluso añadirlos a los permitidos cuando hagamos crecer o comencemos nuevos corales.
Cuando hemos desarrollado los suficiente un coral, un mínimo de cinco pólipos, podemos darselo de comer a nuestro pez loro, junto con el camarón que lo protege (es obligatorio). De las fichas que consumamos, cuatro vuelven siempre a la reserva y el resto se introduce en el cubo que representa a nuestro pez. Y son estas fichas las que al final de la partida nos van a dar la puntuación, atendiendo principalmente a como quedaron las jerarquías entre los pólipos: a más relaciones domine, más puntos gana.
Y esto es tan sólo un resumen del juego, puesto que tiene mil detalles más a tener en cuenta. Es un juego profundamente estratégico y sobre todo, para mi, táctico. En ocasiones te interesará atacar a tus propios corales o hacer crecer los corales del rival para así poder atacarlos con posterioridad y conseguir losetas para cambiar por algas y modificar las relaciones de poder. Es un juego adaptativo en cuanto a que todo está en continuo cambio y has de optimizar todas jugadas. Habrá turnos en los que no realizarás ninguna acción salvo coger pólipos y larvas y otros en los que utilizarás todos los puntos de acción disponibles. En definitiva, el Reef Encounter es un pedazo de juego no apto para todo el mundo. Todavía tengo que probarlo a más jugadores, pero a dos funciona a la perfección y crea muchisima tensión. Nosotros jugamos dos partidas, la primera para ver como iba la cosa, que ganó Manolo por 10 puntos de diferencia y la segunda ya para interiorizar mecánicas, siendo esta última la partida más tensa, con númerosos ataques entre ambos y en la que al final gané por un solo punto y de milagro
En cuanto a las mecánicas: colocación y recolección de losetas; sistema de puntos de acción al estilo Tikal; gestión de mano...vamos una pasada de juego. Tiene un punto de azar, en cuanto a que los pólipos que se reponen en cada turno se sacan al azar de una bolsa, pero no interfiere demasiado en el juego y afecta a todos los jugadores por igual. Si te gustan los densos, este te va a encantar. Si quieres conocer más de él pasate por la reseña de Gugui en la BSK.
Y eso fue todo, mañana les contaré mis aventuras por el Congo.
Un saludo a tod@s.
Buenas Israel,
ResponderEliminarMe ha dado la sensación que la gestión de las losetas y la colocación se parece mucho al estilo TyE aunque después la puntuación y el desarrollo sea totalmente distinto.
Tiene buena pinta y son de los que te comes el coco.
Un saludo ;)
Tiene un parecido razonable, pero este me parece mucho más dificil de dominar. Gracias por pasarte Gudix. Un abrazo
EliminarBuena reseña Isra, hay que ver como agudizas el ingenio para poder dedicarle un poco de tiempo al hobby!
ResponderEliminarEl juego tiene buena pinta, apuntalo a la innumerable lista de pendientes que tenemos para jugar juntos!
Antoine
Antoine, Antoine, cuando echaremos esa partida pendiente. Un saludo
Eliminar¡¡Juegazo!! Reef Encounter es un auténtico Pac-Man.
ResponderEliminarEvitando que te coman las fichas siempre...jajajajja, gracias por pasare. Un saludo
EliminarGran reseña.
ResponderEliminarAyer estuve echabdo un vistazo a mi lista de clásicos que no tengo y que me quiero agenciar poco a poco. Esta reseñaza me ha hecho decidirme para que sea de los primeros, y es que eso de que funcione bien a dos es un punto a su favor. Eso, y la dificultad que comentas, que es lo que busco últimamente
El otro día estuve repasando la lista de juegos clásicos que quiero tener, en la que está Reef, y tu reseña ha hecho que lo ponga en el top. Y es que eso de que sea un juego complejo y que funcione a dos perfectamente me lo ha terminado de aupar.
ResponderEliminarGran reseña
Por decir una opinión diferente me animo a despotricar. Este juego lo compré con mucha ilusión porque me habían hablado gente de gustos similares muy bien de él.
ResponderEliminarCuando lo estrené con mi novia nos pareció un excremento. Después lo probé de nuevo con uno de mi grupo, amante de abstractos euros, y nos volvió a parecer una hez.
Vimos varios problemas:
-Extrema abstracción de las mecánicas
-Farragosidad innecesaria
-Vimos que si te dedicabas a intentar putear a los demás, éstos salían beneficiados si iban a lo suyo (pues desgasta mucho el ataque, o al menos no haces nada productivo y pierdes el turno, en el que podías haber crecido).
-Tras dos partidas no veía yo qué cojones hay que hacer, ni estrategia ni nada.
Que conste qu em egustan los euros duros y abstractos tipo Tigris. Es este juego en concreto que me parece mal acabado y demasiado solitario mutijugador. Y algo hay en él qu eno nos ha gustado a nadie por aquí.
Hombre estoy de acuerdo contigo en que cuesta saber lo que hacer y más cuanto tienes que tener en cuenta mil cosas, pero no creo que el juego esté mal acabado. Segúro que con más partidas uno disfruta más del mismo. Gracias por pasar y comentar!!!
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