DESPEMPAKETING: Santa Cruz.

Santa Cruz es un juego de Marcel-André Casasola Merkle, autor del juegos tan elogiados como el Meuterer, y difíciles de encontrar como el Taluva y el Attika. El diseño gráfico del mismo ha corrido a cargo del afamado Michael Menzel, que no es la primera vez que trabaja para Hans im Glück, quien ha diseñado entre muchos otros la portada del Stone Age.

Una vez abierta la caja, del tamaño del Caylus Premium, nos encontramos con unas instrucciones muy bien maquetadas y con muchas ilustraciones explicativas, si bien sólo están en alemán. La verdad es que no entiendo porque este juego no incluye las instrucciones en inglés y más con toda la promoción que lleva de por medio. No es muy lógico que crear una versión para la Brettspiele y no colgar las instrucciones en un idioma más accesible para todos, pero bueno, ya sabemos que los alemanes son muy suyos.

Todos los tiles vienen en dos láminas de un troquel de una calidad superior en el que apenas hace falta ejercer presión para que salgan. Los tiles son de cartón grueso de calidad y viene muy bien ilustrados.

También trae bastate madera en forma de fichas de casas, iglesias, faros y marcadores de puntuación en cuatro colores (rojo, azul, verde y amarillo). Lo marcadores blancos se utilizan cuando un jugador ha superado los 50 puntos en el track de puntuación del tablero.

Con respecto al tablero decir que es bastante grande, de un tamaño aproximado al del Caos en el Viejo Mundo. Las Ilustraciones no están mal, pero a mi no me acaban de convencer. En el podemos encontrar una gran isla surcada de caminos y rios y con un gran volcán en el centro. También hay dos islas menores. En la parte baja de tablero encontramos el track de puntuación que es un poco mal amañao y más teniendo en cuenta el tamaño de los marcadores, lo que hace difícil colocarlos cuando varios jugadores tienen la misma puntuación. La única utilidad que tiene la brújula es colocar los marcadores de 50 puntos (los blancos), lo que desde mi punto de vista es totalmente innecesario. Prodrían haber hecho marcadores más pequeños y un track de puntuación que rodeara el tablero y sería mucho más útil, manejable y hubiera reducido considerablemente el tamaño del tablero.

El tablero viene plegado en seis partes y es de un grosor considerable, tal y como pueden ver en la foto.
En cuanto a la cartas son finas, tanto que se hace imprescindible el uso de fundas si no quieres que te duren dos partidas, eso sí, están muy bien ilustradas.

Cartas de objetivo.

Como pueden ver el grosor deja mucho que desear.

Cartas de acción.

También traen unas tarjetas recordatorio de todas la cartas de objetivo que se pueden encontrar en el juego. Si el grosor de las cartas era fino, la de las estas tarjetas es de risa, son casi translúcidas, aunque también están muy bien ilustradas.

Ya por último comentar que una vez destroquelados todos los componentes y ordenados en la caja, ésta queda como un poco....vamos, que trae más aire que otra cosa y si no opinen ustedes.

Caja con separadores como el Stone Age.

Pues esto ha sido todo, no volveremos a ver esta semana con la reseña del juego. Un saludo a tod@s.