Regalo con sorpresa (cuando el ansia te puede)

Para el día de Reyes participé en un sorteo organizado por los amig@s de Jugamos Tod@s cuyo premio era un ejemplar del juego diseñado por Javier J. Domínguez Cruz, Toledo 1085, ganador del Premio JT@ 2011 y publicado por EDGE. Para variar la diosa Fortuna se cruzó conmigo y me tocó. Ya se podrán imaginar la ilusión que me hizo, me sentí como un auténtico niño chico. Y es que no hay nada que le haga a uno más feliz que te toque un sorteo, aunque sean unos cromos, lo importante es que te toqué.  El caso es que por fin hoy pasé por correos a recogerlo (tenía el aviso desde hace una semana) y cual fue mi sorpresa cuando ví un paquete un poco más grande de los normal para un juego de semejante tamaño, el mismo que el Condottiere, para que se hagan una idea. Pues ahí voy yo, delante de mis compañeros de trabajo, de lo más niñato de mundo y todo nervioso a abrir el paquete que estaba ultra sellado con cinta de embalar. Comencé utilizando un boligrafo.....lo partí sin lograr mi objetivo. Después seguí con las llaves....logré romper un poco la caja, pero no sirvió de nada. Continué intentándolo con las manos en plan "esto lo abro yo sí o sí"...casí me dejo los dedos y me provoco una hernia inguinal del esfuerzo, total para nada. Así que disimuladamente, ya con un poco de vergüenza y el orgullo herido, metí el paquete en la guantera y lo dejé para más tarde.

Cuando pude sacar otro ratito cogí un cuter y casí me dejo llevar por ansia asesina y las ganas de revancha. Estuve a punto de  provocar una masacre en el paquete, pero el temor a romper el juego que había en su interior me contuvo (no es la primera vez que me cargo algo nuevo por abrirlo a lo bruto) y no me quedó más remedio que hacerlo con paciencia. Pues ahí estaba yo, con los ojos inyectados en sangre y las manos temblorosas quitando una a una las tiras de la cinta de embalar. Menos mal que cuando logré abrirlo (pegué un grito de alegría que asustó a más de un compañero) me encontré que los chic@s de Jugamos Tod@s me había mandado además del Toledo  1085, el Cordoba de maese Knizia. El caso es que Toledo venía sin precintar, lo que provoco mi indignación y más después de lo que me había costado el paquete y sólo entendí el motivo cuando lo abrí: el juego estaba dedicado y firmado por el autor. Me sentí igual que Iker Casillas levantando la copa del mundo....con la misma después ni los juego, pero sé que están ahí...en mi estantería.

Desde aquí quiero darles las gracias a Jugamos Tod@s por el regalo y la sorpresa, me ha hecho mucha ilusión, la verdad.

Esta semana DESEMPAQUETING doble. Un saludo a tod@s.